Intentaremos iniciar un posible y deseable cambio en nuestra difícil tarea de preparar a la sociedad por medio de la Escuela, ante la evolución rápida de los conocimientos y las necesidades que nos exigen unas pautas de comportamiento que afiancen y propaguen los valores éticos que son base de una generación, una convivencia, una solidaridad, un humanismo totalmente imprescindible para la felicidad y la Paz, a todos niveles.
Tenemos que dar un giro a nuestro trabajo sin olvidar el gran patrimonio cultural que nuestros anteriores nos han legado, pero orientando nuestro esfuerzo para conseguir seres armoniosos, creativos, todos los posibles, capaces de seguir nuestra orientación para que observen, investiguen; busquen el bien común olvidando cuanto sea posible la competitividad. Que estudien y se interesen por otras culturas, con respeto y tolerancia.
Tenemos que dirigir todos nuestros esfuerzos a “hacer hombres y mujeres” que sean positivos, que sean autónomos, que sean felices, que sean humanos. Y para eso empezamos por los más pequeños y ayudaremos a todos los demás. Pero nuestra labor no será nunca fructífera si no contamos con el tercer vértice del triángulo imprescindible para la formación del alumno: ALUMNO ? PROFESOR ? PADRE / MADRE ( o equivalente)
Hemos de trabajar en perfecta colaboración. No se trata de buenas intenciones por parte de todos.
Tenemos en nuestras manos la EDUCACIÓN que es la herramienta y la base necesaria para el verdadero desarrollo y estoy convencida de que todos vamos a estar suficientemente motivados para cambiar nuestras pautas de conducta y actitudes. Convencida de que con nuestros esfuerzos vamos a conseguir trabajar más efectivos y apostaremos firmemente por un desarrollo más justo, autónomo y democrático. Es el trabajo para conseguir el crecimiento personal y comunitario, la búsqueda de la identidad, el desarrollo ético como personas. Y esto se ha conseguido, históricamente, en el marco de actividades potentes, llenas de sentido, no únicamente de significado intelectual, donde puedan prosperar no solo los conocimientos sino, ante todo, los sentimientos, las relaciones con los iguales y con los adultos; la transmisión de valores, la búsqueda de alternativas.
Espero que mediante el coloquio que vamos a mantener se ponga en evidencia las situaciones que conducen a los alumnos/as a la falta de vocabulario, falta de expresión oral y escrita, de OBSERVACIÓN; esfuerzos y frustraciones que conducen al abandono. Por parte de las familias, unas veces las exigencias excesiva ante las NOTAS no conseguida; otras veces la permisividad que supone una falta de responsabilidad.
Todo conduce al “fracaso escolar”. ¿ Por qué he escogido el tema el TEATRO EN LA ESCUELA ? Porque desde el punto de vista pedagógico e incluso psicológico, con el TEATRO, con las actividades que se pueden desarrollar posibilitan los objetivos que nos proponemos en la educación: FORMACIÓN e INFORMACIÓN.
A lo largo del proceso de la construcción del TÍTERE, el guión o expresión espontánea, la representación, etc tenemos momentos importantísimos para que los adultos intervengan, para resolución de conflictos, para el reconocimiento de las propias capacidades y de las ajenas, para repartir el éxito o compartir el fracaso. No podemos perder de vista que los títeres, marionetas o cualquier trapo o mascar, cuanto más cerca esté del cuerpo que lo utiliza más se identifica con él y es un hecho cultural y lúdico que introduce a niños y mayores en el misterioso mundo mágico, mundo de fábula, de sueño de irrealidad.
Nuestro trabajo ha de ir íntimamente unido a satisfacer el mundo mágico de los niños, porque el niño/a tiene verdadera necesidad de MAGIA. Es seguro que todos conocéis los trabajos de Piaget, que asegura que el pensamiento de los niños sigue siendo animista hasta la pubertad. Los padres y los profesores les aseguran que las cosas no pueden sentir ni actuar; y el niño por más que lo intenta no puede convencerse de eso para complacer a los adultos o para no hacer el ridículo. En el fondo, el niño está seguro de que lo que él piensa es lo cierto. Un ejemplo de Piaget: para un niño de 8 años el sol está vivo porque da luz y hace lo que quiere. Incluso para los doce años y medio supone que el río está vivo y tiene voluntad, porque sus aguas corren libremente. Al intentar que un niño acepte explicaciones científicas correctas, los padres olvidan, con demasiada frecuencia, los descubrimientos científicos de cómo funciona la mente de un niño.
Desde el punto de vista adulto y en términos de la ciencia moderna, las respuestas que ofrecen los cuentos de hadas están más cerca de lo fantástico que de lo real: es inevitable que tengamos un taller de “cuenta- cuentos” unido al nuestro en donde se relaten cuentos de hadas. A este respecto voy a citar a Bruno Bettelheim que ha tenido la ocasión de observar muchos ejemplos en lo que, especialmente al final de la adolescencia, se necesita creer durante algún tiempo en la MAGIA para compensar la privatización a la que prematuramente ha estado expuesta una persona en su infancia debido a la violenta realidad a que ha sido sometido.
Es como si estos jóvenes sintieran que se les presentan ahora su última oportunidad para recuperarse de una grave deficiencia en su experiencia de la vida, o que sin haber pasado por un período de creencia en la magia, serán incapaces de enfrentarse a los rigores de la vida adulta.
Muchos jóvenes de hoy buscan un escape en las alucinaciones producidas por la droga, o se ponen de aprendices de algún gurú; o creen en la astrología, practican la “ magia negra” o de alguna manera huyen de la realidad abandonándose a ensueños divinos sobre experiencias mágicas que han de transformar su vida en algo mejor .... y es que fueron obligados prematuramente a enfrentarse a la realidad, con una visión semejante a la de los adultos.
El intentar evadirse así de la realidad tiene su causa más profunda en experiencias formativas tempranas que impidieron el desarrollo de la convicción de que la vida puede dominarse de forma realista. Un niño será capaz de enfrentarse a la vida de una manera adecuada a su edad, siempre que no esté dominado por los procesos mentales internos. En esta situación podrá solucionar cualquier problema que surja. El niño podrá empezar a ordenar sus tendencias contradictorias cuando todos sus deseos se expresen a través de un hada/o buena/o, sus impulsos destructivos a través de un ogro o bruja malvada; sus temores a través de un lobo hambriento. Cuando este proceso empiece el niño irá superando el caos en que se encontraba.
¿Se entiende bien la conexión entre la expresión a través de las marionetas, el teatro ..... y la psicoterapia como consecuencia?
El TEATRO en la enseñanza no tiene que ser un fin sino. Más bien, un medio. El teatro en el marco escolar, es un MEDIO para el desarrollo y maduración de la persona, que le lleva desde sus limitaciones y bloqueos a una apertura personal que le permita crecer, vencer sus dificultades y adquirir confianza y seguridad; aumentar y desarrollar su propia autoestima, así como darle al mismo tiempo, una formación cultural e incluso artístico –teatral.
Examinados los objetivos de la formación de nuestros alumnos desde la perspectiva LOS TÍTERES y las actividades que pueden ser desarrolladas con ellos reúnen muchas condiciones para adaptarlas a todas las edades, desde los más pequeños. Las criaturas más extrañas, duendes, personas, hadas, animales .... cobran vida, nos introducen en el mundo mágico de lo gestual y de la mímica, gracias a quien los anima. Este títere: trapo, objeto, caja, etc al que se le da vida y se le hace hablar nos hace reflexionar de forma cultural y lúdica sobre los valores que nos resultan imprescindibles en la Escuela desde la primera edad del niño/a. Además: - Todas las personas de diferentes edades, mayores y pequeños disfrutan con ellos. - Ofrecen un canal de comunicación basado mas en la expresión de sus acciones que en la expresión formal, por lo que se adaptan a los estados evolutivos del niño/a. - Dan pié a la creación de todo tipo de historia que desarrollan la imaginación y los juegos del lenguaje. - Se aprende a dialogar, a aceptar los turnos de palabra, a tener en cuenta al compañero. - Favorecen el trabajo en equipo. - Con su manejo se superan vergüenzas, timideces, protagonismo e inhibiciones. - Con su manejo los niños más tímidos cobran seguridad. (Ya hemos expuesto que es una magnífica psicoterapia ). - Ayudan al desarrollo de la motividad fina. En su construcción se aplica toda la expresión plástica: dibujo, recorte, pegado, cosido, pintura, modelado, etc, etc. - Los TÍTERES tienen un alto valor socializante, tanto en el pequeño grupo como en las representaciones. - Pero además, para nosotros mismos, el títere permite que afloren nuestros propios sentimientos, nuestras expectativas y frustraciones, nuestras utopías, lo que queremos ser y lo que detestamos parecer..
Por último, corroborando lo que Carmen Carbal dice en su libro “ Teatro y Dramatización” que el cultivo de las prácticas artísticas en la Educación contribuyen a que las distintas actividades: Historia, Geografía, etc se humanicen y seamos más solidarios y tolerantes. Como ella dice, a las relaciones humanas, al mundo laboral le hace falta el entusiasmo para dejar de hacer las cosas con desgana, con aburrimiento. Vamos a recuperar el placer y hablando desde el corazón recuperaremos al ser humano.